¡Lo que faltaba!
Pues no me mandan una carta de hacienda advertiéndome que tengo que hacer la declaración de la renta.
Y no es una carta genérica, no, es personalizada, dirigida a mí. ¡Caramba con hacienda, ni las catástrofes mundiales pueden detenerla!
Además el tono de la misiva es tal que así:
-. «No se crea que porque no hizo la declaración de la renta en 2018 se va a librar en 2019, ¡jua, jua!»
Pues me van a dar un palo de aúpa, porque no tengo nada para desgravar.
Bueno, sólo ha sido un recordatorio, no como la vez que, trabajando como autónomo, casi me hacen una inspección. Y todo porque tenía una casilla sin marcar en el formulario 037. Lo grotesco es que el impreso me lo rellenaron en la delegación de hacienda, sí llego a hacerlo yo igual acabo preso.