Mis padres han salido a comprar. Mi padre a por el pan y mi madre al supermercado.
No he conseguido que deleguen en mí. En la empresa estoy al cargo de doscientos mil euros en maquinaria, pero en mi casa no me consideran apto para adquirir calabacines.
Bueno así salen un poco y les da el aire. Sólo salen una vez por semana y mi padre ha decidido que la panadería que tenemos a 20 metros del portal, despacha un pan aceptable. Habitualmente, cuando no hay catástrofes mundiales, cambia de distrito postal para ir a comprar el pan donde más le gusta. Cabe reconocer que así hace ejercicio.
Yo me he quedado a teletrabajar. Estoy nervioso por la exposición de mis padres a la intemperie traicionera y porque el trabajo de hoy es particularmente difícil. Además una de mis vecinas de abajo se ha puesto a canturrear con una desafinación claramente etílica, provocándome un severo dolor de cabeza.
Espero que esta muchacha no forme parte del conjunto musical pues de hacerlo creo, en mi modesta opinión, que deben de buscarse otra vocalista. Entre lo poco que practica el percusionista y la falta absoluta de cualidades de la cantante o corista, no les auguro un gran porvenir en la música sin Auto-tune.
