El pasado día 8 de enero recibí el siguiente correo electrónico preocupante:
de: Vowell Syreeta <SyreetaVowellfe@outlook.com>
para: *********@gmail.com
fecha: 8 de enero de 2014, 7:58
asunto: Pitufo, Holding internacional en busca de empleados
«Yo me nombro Vowell Syreeta. Yo soy el administrador de corporacion americana de contabilidad. Mas de 6 anos, hemos otorgado servicios de contabilidad a los clientes exclusivamente de Georgia. Desde un tiempo atras comenzamos el trabajo a distancia con el cliente.
Nuestra corporacion ya mostro su capacidad en EE.UU y ahora esta planeando en ampliarse. Espana sera el siguiente pais. Ya tenemos varios clientes en el territorio de Espana.
De acuerdo a ello necesitamos 3 o 4 personas para el puesto de gerente financiero en Espana..y bla,bla,bla.»
La verdad es que el contenido del correo no es más que el típico intento de timo para que blanquees dinero para no se sabe que ladinas organizaciones internacionales y no hace falta transcribirlo entero. Lo que me preocupa no es que tengan mi dirección de correo personal para hacer «spam», ni que quieran embaucarme para participar en un peligroso timo. El problema no es ese. Tal vez el lector perspicaz y observador haya visto que algo no cuadra aparte de la atroz traducción. ¡Lo ven! Si no se lo digo yo:
En el asunto me llaman, ¡Pitufo!
¿Pitufo? ¿Es un error del traductor automático? ¿Es algún código secreto? ¿Son unos cachondos? La cosa no pasaría de una mera anécdota sino fuera porque Pitufo es el mote con el que, mi ex, me llamaba y me sigue llamando por su creencia de que tengo una actitud parecida a la del Pitufo Gruñón de la conocida serie de dibujos animados.
Pero ¿Cómo puede ser que esta gente crea que me llamo Pitufo? Pues dado que en ningún correo electrónico firmo con tal nombre, y que mi ex nunca se comunica conmigo por e-mail sólo puede ser que lo hayan deducido de Facebook o de Whatsapp. He repasado los escasos mensajes compartidos con mi ex en Facebook y ninguno contiene tal denominación así que sólo puede haber sido por Whatsapp y, en efecto, mi ex me llamó Pitufo cuando me deseó feliz año nuevo por dicha aplicación de mensajería instantánea tan solo unos días antes.
La verdad es que da miedo lo que puede llegar a saber de ti cualquiera hoy en día interviniendo tus comunicaciones digitales. Yo no soy de los que propagan grandes secretos y cualquiera puede conocer todo sobre mi vida leyendo este blog, pero igual que se puede saber que alguien me llama Pitufo, también pueden saber, no sé, qué páginas pornográficas he visitado a lo largo de los años, por ejemplo, pues la impresión de marrano especialmente pervertido que puedo causar, me quita el sueño.
Por si acaso me abstendré de iniciar una carrera política.