El lunes que viene tengo mi primera entrevista de trabajo seria desde que perdí mi empleo allá por el 2011. Se han puesto en contacto conmigo de una empresa de software valenciana que busca algo así como un formador para comerciales en su sucursal de Barcelona. La entrevista es en Castellón de La Plana y hiede a montaje piramidal que tira de espalda, pero iré ya que además de no tener nada mejor que hacer el lunes, necesito anécdotas para contar en este blog. Ya tengo los billetes del Euromed porque de avión no he encontrado. (Lo siento no he podido resistirme)
Pero por si acaso se trata de una autentica oferta de empleo. He decidido preparar concienzudamente mi comportamiento durante la entrevista . Tengo una gran experiencia profesional y una envidiable simetría facial pero desde un punto de vista psicológico, necesito algo de ayuda, pues tras tanto tiempo en el paro incluso un ego estratosférico como el mío puede desquebrajarse. Busco en mi biblioteca algún libro de autoayuda de esos que compré en las etapas de mi vida de escasa o nula actividad sexual, pero no encuentro el adecuado. Leo con cuidado los títulos pero no me convenzo de la utilidad de ninguno.
Más Platón y menos Prozac. No, es un tostón de un tal Lou Marinoff que dice que la filosofía puede substituir a la psiquiatría, pero sólo lo dice él.
Mis zonas erróneas de Wayne W. Dyer. Uno de los “hits” de este mundo editorial. Lo leí hace años y precisamente no es el momento de descubrir zonas erróneas más bien al contrario.
Cómo ganar amigos de Dale Carnegie. Este libro me gustó pero quiero que el entrevistador, entrevistadora en este caso, me dé el empleo no que me invite a la comunión de sus hijos.
La lógica oculta de la vida de Tim Harford. Este se ajusta más. va de economía y empresas pero no creo que la teoría de juegos de John von Newmann y su aplicación al póquer, esté a mi alcance.
Usted puede ser lo bueno que quiera ser. Es un best seller de un tal Paul Arden. Es un libro excelente si eres Victoria Beckham.
El monje que vendió su Ferrari. De Robin S. Sharma. Es muy bonito y poético pero me niego a mirar una rosa durante media hora por las mañanas. Además ¿qué pensará mi entrevistadora si me presento vestido con una túnica y el cráneo pelado y blanqueado con talco?
¡Ahá!, la biblioteca del emprendedor… Mierda, sólo compré al primero. Y es el Arte de la guerra de Sun Tzu. Dicen que los ejecutivos japoneses de los 80 usaban este libro para resolver conflictos y negociaciones, pero no llego a comprender que utilidad puede tener en la negociación de un convenio colectivo el saber como disponer los elefantes en el campo de batalla. De todas formas le echaré un ojo, es el más pequeño de todos y a lo mejor dice algo de utilidad si planteo la entrevista del lunes como un combate.
A ver si esto te sirve de algo: http://www.equiposytalento.com/noticias/2012/08/31/como-enfrentarse-a-una-entrevista-de-trabajo
Y si no: sé tú mismo. Pase lo que pase, no sentirás que te has vendido por nada.
Gracias Isabel:
Me lo miro y lo pongo como vinculo en mi próxima entrada.
Un abrazo.