(Barcelona 28 de noviembre. interior noche.)
– Sonido de llamada telefónica…. Descuelgan. – Love, love, love nanainioonaino…- Aparto el auricular con gesto de dolor. La tonada del tal Makako a todo volumen ha traspasado el umbral del dolor de mi oído.
-Bienvenidos al servicio de atención al cliente de Orange. Si desea información sobre tarifas y descuentos pulse 1, para configurar su conexión ADSL, pulse 2 para cualquier otra consulta pulse 3.
– 3.
– La llamada va a ser transferida a un operador. Le recordamos que para su satisfacción y mejora de nuestro servicio esta conversación va a ser grabada.
– Buenas noches le atiende Gabriela Rosemary en qué puedo ayudarle.
– Buenas noches verá he recibido un correo electrónico donde me dan las gracias por contratar un servicio que yo no he solicitado.
– Dígame su nombre para dirigirme a usted.
– Me llamo David Torres.
– Bien David. ¿Es usted el titular de la línea?
– Sí – No sé si se ha notado mi enfado por su tuteo.
– Puedes darme tu DNI para comprobarlo.
– Sí, es el 351… con la letra R de Roma.
– Bien David ¿en qué puedo ayudarle?
– Pues que ustedes me felicitan por la adquisición de un servicio y yo no he contratado ningún servicio.
– Bien David, déjeme que compruebe su factura para saber que servicios tiene contratados, no se retire. Love, love, love nanainioonaino… Ahora son mis dos tímpanos los que presentan síntomas de inminente rotura. ¿Por qué pondrán esta música tan fuerte? – Love, love, love nanainioonaino… – El tiempo pasa. Repetición del estribillo ad nauseam y a todo volumen. Conecto el manos libres pero la música está tan alta que temo despertar a los vecinos. Vuelvo al auricular. – Love, love, love nanainioonaino…Pasan los minutos. He tenido tiempo de hacerme una leche caliente con cacao donde me propongo mojar un trozo de pan. – Love, love, love nanainioonaino… David, gracias por permanecer a la espera.
– Contesto con un sí ahogado por el primer trozo de pan pringado en cacao.
– Tiene usted una línea de ADSL de 6 megas. – ¿Seis? Ahora me entero. Por como me va la conexión yo diría que son dos como mucho y no muy espabilados.- Tiene también el pack antivirus…- Lo recuerdo. Me lo regalaron cuando me pase a ADSL y nunca he conseguido instalarlo; creo en el MIT y en la Universidad de Stanford tampoco lo han conseguido instalar.- Y veo que también tiene el pack Tranquilidad Naranja.
– ¡Pare!- Grito espurreando leche con cacao por todo el escritorio.- Eso yo no lo he pedido.
– Se trata de un plan que le garantiza una conexión libre de virus, spam y con servicio técnico en menos de 24 horas.
– Sí ya, pero yo no lo he pedido.-
– El plan se llama Tranquilidad Naranja y veo que se le ofreció en llamada telefónica en pasado uno de julio.
– Pues en esa llamada dije que no lo quería además es evidente que no funciona pues se llama Tranquilidad Naranja y yo, además de intranquilo estoy rojo de indignación.
– Gabriela Rosemary lanza una risita por culpa de mi comentario jocoso.- Entonces… ¿No lo quiere David?
– No. No lo quiero ahora como no lo quise cuando me lo ofrecieron en julio.- Comento mientras limpio de migas la pechera de mi pijama.- Lo que me llama la atención es que me adjudiquen un servicio que expresamente me he negado a comprar.
– Ya…- Noto como Gabriela Rosemary se pone tensa. Piensa que voy a echarle una bronca.
-No voy a enfadarme con usted (remarco el usted para que aprecie mi educación de colegio subvencionado) pues sé que no es la presidenta de France Telecom y ninguna culpa tiene.
-¡Je! – Dice entre sorprendida y agradecida, Gabriela Rosemary.
– Pero sé que esta llamada está siendo grabada y voy a decir algo por si alguien la escucha. Puede que de nada sirva pero quizás esta llamada junto con otras de otros abonados puedan llegar a tener cierto peso estadístico y su empresa desista con el tiempo, de ciertas prácticas comerciales.
¡Je! – La sorpresa de Gabriela Rosemary va en aumento. Acostumbrada a los insultos de maleducados no sabe como reaccionar a mi verborrea, más confusa que de costumbre ya que me he quemado la lengua al sorber la leche con cacao.
– Verá esta empresa lleva varios meses llamándome para proponerme ofertas de productos de seguridad y de manutención de mi línea de ADSL a las que sistemáticamente digo que no, pues llevan aparejadas contratos de permanencia. Pero lo más curioso es que durante este mismo tiempo mi conexión a internet está sufriendo numerosos cortes y problemas de transmisión lo cual puede deberse a dos cosas: a una simple y fortuita casualidad o a una simple y premeditada extorsión.
– ¡Ji! – Gabriela Rosemary no sabe como contestar a mi cháchara y nos sumimos en un incomodo silencio.
– Estoy en el paro y no sé hasta cuando podré seguir pagando la conexión a internet por lo que no quiero arriesgarme a contratar nada que pueda suponer una costosa penalización, si como resulta factible, debo finalizar nuestra relación contractual. ¡Lo han oído! Me refiero a los encargados de escuchar estas grabaciones y no a la operadora que me está atendiendo.- Doy un gran sorbo a la leche con cacao aprovechando que ya está templadita.
– ¡Je!… Bien David pues le doy de baja. Le podemos garantizar que ya no tiene contratado el plan Tranquilidad Naranja. ¿Podemos ayudarle en alguna cosa más?
– No eso era todo.
– Bien David pues si es tan amable le rogamos que conteste a las preguntas del cuestionario sobre nuestro servicio al finalizar esta llamada.
– Me despido y contesto al cuestionario otorgando la máxima puntuación a Gabriela Rosemary. Seguramente dentro de cinco o seis meses volveré a llamar para que me anulen el servicio que me negué a contratar y que comenté en una entrada anterior de este blog, pero ya me ocuparé de eso ahora lo más urgente es ver como limpio mi precioso Samsung Galaxy SII de restos de pan mojado en leche con cacao.
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Temo a los griegos incluso cuando hacen regalos.